Hay cuatro tipos básicos de piel sana: normal, seca, grasa y mixta. El tipo de piel se determina genéticamente. No obstante, el estado de nuestra piel puede variar considerablemente según los diversos factores internos y externos a los que es sometida.


Una vez realizado el análisis de ayer, pasemos a exponer los cuidados imprescindibles para los diferentes tipos de piel, cuya primera fase estará constituida por una perfecta limpieza. Hablaremos de tres : Normal, grasa y seca. 

Piel normal


                                                                    


"Normal" es un término utilizado ampliamente para referirse a la piel bien equilibrada. El término científico para la piel sana es eudérmica. 

La piel normal está bien equilibrada: no es demasiado grasa ni demasiado seca.


 Las mujeres que posean una piel normal deberán limpiarla con una leche limpiadora, y después de haber retirado de la cara todos los restos de suciedad, deberán aplicarle el tónico adecuado.

Si vuestra piel es normal y tenéis veinte años convendrá que uséis todos los días una crema nutritiva que, después de los veinticinco, deberéis alternar con una crema purificante ligera.  Después de los veinticinco años será útil que os apliquéis, al menos una vez a la semana, una mascarilla. 

Después de los treinta se puede alternar la crema nutritiva con una crema especial antiarrugas. Para evitar la deshidratación de la epidermis conviene que os apliquéis cada semana una máscara hidratante. A los cuarenta, la piel normal se habrá vuelto un poco seca y convendrá utilizar todas las noches una crema nutritiva que habrá que alternar dos veces por semana con una crema vitamínica y de reconstitución celular. Es preciso aplicarse además una crema antiarrugas en los ojos y en el contorno de la boca o mascara nutritiva.

Después de los cincuenta años, convendrá añadir a los tratamientos aplicados hasta el momento una máscara de rejuvenecimiento (una vez por semana). Es muy aconsejable, sobre todo a partir de esas edades, seguir el consejo de buenos especialistas.



Piel grasa


"Grasa" se utiliza para describir un tipo de piel con producción acrecentada de sebo. La hiperproducción se conoce como seborrea



Las mujeres que tienen la piel grasa deben limpiarse el rostro con leche o crema de tipo astringente. La limpieza debe realizarse con mucho cuidado, porque la piel grasa produce una gran cantidad de sebo que puede generarnos granitos.
Si no puedes permitirte un servicio de limpieza de cutis en un centro de belleza, la solución no es pasar de ella sino realizarla tú mismo en casa. Se me ocurren tres maneras caseras de obtener vapor de agua como paso previo a la extracción de granitos y puntos negros: Olla, manoplas y sauna facial. Como estamos hablando de ahorrar un dinero, descartamos la sauna facial.
Hervir agua en una olla es el método más clásico y sencillo. Empiezas limpiando bien tu rostro con el limpiador que más te guste y seguidamente te haces el peeling facial. El siguiente paso es el vapor de agua que va a reblandecer tu piel y abrir los poros para la extracción. Pon el agua al fuego.

Cuando empiece a hervir, apaga el fuego porque vas a utilizar una toalla de baño y no queremos accidentes ni fuegos caseros. Te sientas cómodamente frente a la olla e inclinas la cara para recibir el vapor. La toalla debes colocarla encima de tu cabeza, cubriéndola para recibir cuanto más vapor de agua mejor. Aguanta ahí unos 10 minutos: ya está listo.
Si no soportas el vapor, puedes utilizar manoplas de baño. Calienta de todos modos el agua sin llegar a la ebullición. Sumerges un par de manoplas y vas aplicándolas en tu rostro. Cuando pierde el calor, vuelves a sumergirlas y aplicarlas de nuevo. Te sorprenderías de la cantidad de esteticistas profesionales que lo hacen así.
Bueno, continuemos, si tenéis la piel grasa y vuestra edad oscila en torno a los veinte años, vuestro mayor problema, como debéis saber por experiencia, serán los granitos y poros.  Convendrá que cada dos o tres días os apliquéis una crema desinfectante (una vez a la semana os vendrá bien una máscara astringente que, tras una cuidadosa limpieza de epidermis, hará que los poros dilatados se cierren).

Un agente astringente cuando entra en contacto con la piel se combina con las proteínas de la superficie de la célula para dar vida a una capa protectora de proteína coagulada.Se trata de sustancias que solo actúan en la superficie celular mermando la permeabilidad de la membrana y formando una sal proteica insoluble que es la encargada de proteger el tejido inflamado de los agentes irritantes a la vez que paraliza exudaciones y secreciones.

Hacia los treinta años, os convendrá alternar la crema desinfectante con la nutritiva y continuar aplicándoos la máscara nutritiva una vez por semana.
A los cuarenta, la piel grasa se habrá vuelto asfixiada. Se le aplicara una crema hidratante tres veces por semana, alternándola con la reblandecedora, no grasa.
A partir de los cincuenta años convendrá usar una crema nutritiva enérgica contra las arrugas. Una vez a la semana se aplicara una máscara de rejuvenecimiento.

 Piel seca   
"Seca" se utiliza para describir un tipo de piel que produce menos sebo que la piel normal. Como consecuencia de la falta de sebo, la piel carece de los lípidos que necesita para retener humedad y formas un escudo protector frente a influencias externas. 
El tipo de piel seca es, sin duda alguna, el más difícil de tratar para obtener resultados eficaces y duraderos. La limpieza de esta clase de piel exige ante todo una gran delicadeza. Esta continuamente expuesta a irritaciones y a la prematura formación arrugas). La aplicación de una buena leche limpiadora, mediante un masaje, la limpiara a fondo. Un tónico suave, aplicado a continuación, estimulara la circulación.

                     
La piel seca puede percibirse tirante y áspera, con aspecto apagado.
 
                                  

Después de los veinte años, conviene utilizar a diario una crema nutritiva ligera, y a partir de los veinticinco hay que alternarla con una crema hidratante. Nada de cremas especiales, aunque, después de los veinticinco, no está de más aplicarse una mascarilla que otra una vez por semana.
Después de los treinta, os aconsejo que uséis una crema nutritiva y alternéis con otra hidratante o vitamínica. Os debéis aplicar además una crema preventiva para las patas de gallo.
Después de los cuarenta, la piel seca se habrá deshidratado y, por tanto, será imprescindible acudir a una crema hidratante de noche. Además, os convendrá usar dos veces por semana una crema nutritiva vitamínica y aplicaros una vez por semana una máscara hidratante. Si la piel presenta un aspecto “cansado”, será interesante aplicarle una crema de rejuvenecimiento celular.
Después de los cincuenta años, os aconsejo que uséis una crema nutritiva muy activa, tres veces por semana, y que la alternéis los días restantes con una crema especial antiarrugas.


                                              Piel mixta
Las partes más grasas de la piel mixta se deben a una hiperproducción de sebo. Las partes más secas de la piel mixta se deben a una falta de sebo y al correspondiente déficit de lípidos.



Conseguir una piel lisa, sin poros dilatados ni brillos y sin agredir la zona seca de las mejillas pasa en un primer término por equilibrar y calmar el cutis. La limpieza diaria debe realizarse con productos libres de aceites, para no aumentar la sensación grasa, y sin jabón, que sean suaves y respetuosos con la zona de piel seca, por lo que no deben ser excesivamente astringentes. Para eliminar el exceso de sebo puede utilizarse una o dos veces por semana una mascarilla de arcilla blanca en la zona T, que limpia, purifica y afina los poros, e incluso una mascarilla exfoliante una vez por semana en todo el rostro, pero cuidando de que no sea una mascarilla de “arrastre”, es decir, con partículas que descamen de forma mecánica, ya que éstas pueden causar heridas en la zona seca e incrustarse en los poros de la zona grasa. Tras ella, debe aplicarse siempre un tratamiento altamente hidratante que calme la exfoliación, como una mascarilla textil relajante o un suero, que no aportan grasa pero sí nutren en profundidad.
A diario es necesario utilizar una crema hidratante específica para piel mixta. Son muy indicadas las fórmulas tipo emulsión o gel, muy ligeras y libres de aceites que, sin embargo, hidratan en profundidad. Actualmente existen diversas opciones en el mercado muy interesantes que incluso diferencian entre tipos de piel mixta, con mayor tendencia a grasa, a seca o a piel normal. En la zona T puede usarse un cosmético específico para tratar las secreciones sebáceas si éstas son muy abundantes, el poro está muy dilatado o existen problemas de puntos negros y granitos.

 En la próxima publicación profundizare en cada una de los tipos de piel. ¡Espero que os haya gustado!


 Fuentes
www.tratamientosbelleza.com.ar
www.pinterest.com
estheticworld.es
Dermatenerife
Enciclopedia gráfica femenina
www.trendenciashombre.com
www.botanical-online.com
www.eucerin.es


MANAGRA


Nolvidéis visitarme
 www.facebook.com/MANAGRAMAKEUPARTIST